Para empezar, lo único que necesitaremos es una pinza de la ropa de madera de las de toda la vida y un rotulador permanente de color negro.
Ahora pintaremos de negro solamente uno de los lados de la pinza. Dejaremos la parte superior sin pintar.
Una vez hayamos terminado, dejaremos secar y empezaremos a pintar la otra parte. Para ello usaremos un tubo de témpera de color blanco y un pincel.
En la parte superior de la pinza pintaremos con el mismo rotulador negro que hemos usado anteriormente unos pequeños puntos en cada una de las partes a modo de ojos. Para los cachetes, haremos otro pequeño punto con cualquier laca de uñas de color rojo que tengamos en casa.
Dejaremos secar nuevamente y mientras tanto, con un
pequeño trozo de cinta de color blanco haremos una especie de mini
abanico. Lo suyo sería usar una cinta de encaje o tul
pero he acabado con todos los retales que tenía por casa y se me ha ocurrido
cortar un trocito de una bayeta "atrapa polvo". ¡Y es
que ya lo decía Darwin, "adaptarse o morir"!
Para evitar que se nos escape, sujetaremos la parte
inferior del abanico con una pequeña grapa.
Con pegamento extra fuerte, pegaremos
nuestro original velo de novia a la pinza.
Y... ¡Listo! ya tenemos nuestra pinza molona que nos servirá para decorar una tarjeta de invitación o de felicitación a los novios o para cualquier otra cosa que se os ocurra.
Queda muy gracioso y es muy fácil de hacer.
ResponderEliminarMe alegro mucho que te haya gustado y también que te hayas animado a hacerla ;)
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