Si estás embarazada y además te casas, ¡Doble enhorabuena! éste post
seguro que te interesa. Hace poco más de un mes, tuve la oportunidad de estar
en la Barcelona Bridal Week y me llamó la atención que no hubiese sobre la pasarela ninguna propuesta
pensada para novias embarazadas. Así
que, me he puesto a investigar y hoy, os traigo algunos looks para futuras mamás.
¿Me casaría embarazada?
La respuesta es no. No tiene nada que ver con creencias religiosas ya que hoy
en día la mujer no tiene que sentir vergüenza por ello como antaño pero,
puestos a elegir, preferiría hacerlo antes o después y no durante. ¿Por qué? La razón es muy sencilla,
según en el estado de gestación en el que te encuentres imagino que será
bastante incómodo sentirse hinchada y pesada, no pudiendo así disfrutar 100%
del día de tu boda. También es
cierto que, en muchos lugares hay que reservar la finca u otra localización con
tanta antelación que puede que, por el camino te quedes embarazada y no por
eso, vas a aplazar o cancelar la boda. Por otro lado, también hay mujeres que
encuentran algo especial casarse embarazadas pues es una forma de hacer
partícipe del momento también a su bebé.
Sea cuales sean los motivos, las circunstancias y las decisiones
personales, una boda y un embarazo son razones que bien merecen una celebración. Sólo falta la parte más complicada, el vestido de novia. Pues
allá vamos.
Algunos consejos a tener en cuenta…
Antes de la boda:
A diferencia
del resto de novias que suelen comprar su vestido alrededor de 6 meses antes de la fecha de la boda,
en tu caso, te aconsejo que lo compres lo más próximo posible al día del enlace
¿el motivo? Asegurarte que te quede bien el día de la boda. Si recurres a una
modista para que te confeccione el vestido, recuérdale (aunque supongo que lo
sabrá) que tenga en cuenta que tendrá que hacerlo alguna talla más grande para poder modificarlo y adaptarlo al paso del embarazo. ¿Qué tipo
de vestido de novia se adapta mejor al
cuerpo de una embarazada? Si te encuentras en los primeros meses de gestación,
no tendrás muchos problemas en encontrar vestido ya que tu barriguita será
apenas imperceptible. En cualquier caso, opta por vestidos de corte imperio sin muchos pliegues ni caída excesiva. Para las que se
encuentran en un estado algo más avanzado, le sentarán mejor los vestidos fruncidos
en la cintura para acentuar el pecho,
los de cuello halter para potenciar
los hombros o los vestidos de líneas A
con mucha caída. Elije tejidos vaporosos
como la seda, el tul, la organza, la muselina o
el crêpe, en definitiva, tejidos que sean ligeros y cómodos. Evita
la cola, correrás menor riesgo a caerte si decides no llevarla.
¿Boda
de día o de noche? Si eres de las que han contestado a esta pregunta con un
rotundo “de noche” mi consejo es que te plantees celebrarla de mañana. Estarás
más descansada cumpliendo un horario más o menos normal y no trasnochando.
Cuidado con las alianzas. Tus dedos se hincharán a la misma velocidad a la que lo hará tu vientre. Te planteo dos opciones, comprar una alianza más grande para que te entre ese día y luego enviarla a la joyería para que te la hagan más pequeña o bien, llevar una alianza falsa y por falsa me refiero a una de un metal más económico como la plata y una vez hayas dado a luz, sustituirla por, digamos, la verdadera.
Presta especial atención al menú.
Informa al catering que hayáis contratado, de tu estado para que te prepare un
menú diferente, acorde a tus necesidades ya que entre algunas otras cosas, no
podrás ni mariscos tampoco jamón y mucho menos, ni una gota de alcohol.
Después de la boda:
Busca un destino tranquilo y relajado, un lugar que te permita descansar
del ajetreo de la boda. Si vas a viajar en avión, asegúrate antes, que podrás
hacerlo ya que muchas aerolíneas te pueden prohibir el embarque. Contrata un seguro
de viaje que cubra posibles complicaciones e incluso el parto… ¡quién sabe!
Y por último, elije un hotel que tenga algún hospital cerca por lo que pueda
pasar.
Alguna
vez, he hablado de vestidos de novia que no lo son, pero lo parecen. Las mayores
embajadoras de esa tendencia son las celebrites
que apuestan por el blanco para estrenos y premios. Aquí os dejo algunas imágenes
de mis favoritos:
¡Se
me olvidaba! No hagas como la actriz Amaia Salamanca en la imagen y ¡olvídate
de los tacones! Lleva calzado totalmente plano, te permitirá estar en
pie mucho tiempo. Además, en tu estado, los tacones no son recomendables
ya que la presión que sufrirás en los tobillos por tu aumento de peso, puede
hacerte sufrir torceduras y esguinces.
Mi
último consejo... Sácale partido a ese esplendor especial que sólo tienen las
embarazadas y disfruta de tu boda.
Te sentirás más cansada de lo habitual pero es normal. Coloca sillas en lugares
estratégicos para que siempre tengas un apoyo donde sentarte y en la medida de
lo posible, trata de estar cerca del baño, pues seguro que tendrás que hacer
bastantes visitas.
Imágenes: Tiffany Rose, firma británica
especializada en vestidos de novia pre mamá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por tu comentario!