La tradición en Alemania
como en España, exige que el novio no pueda ver el vestido de la novia hasta el
día de la boda, pero son muchos los alemanes que no esperan a la novia en el
altar sino que el novio, recoge a la novia en la puerta de su casa y juntos,
conducen hacia el lugar dela ceremonia. Así, los novios hicieron su aparición
unos minutos después de las cuatro de la tarde en un flamante Nissan modelo Figaro descapotable de estilo retro adornado con un enorme corazón
de flores.
Algunas semanas después del Save the Date, recibimos la invitación a la boda en nuestro buzón de casa. La fecha elegida para el enlace fue el sábado 17 de agosto de 2013 a las 16:00h en una Bio Granja a las afueras de la ciudad alemana de Bremen.
Los novios se colocaron
como es natural, delante de los asientos de los invitados, en unas pequeñas
sillas de madera de color azul. Entre todos los niños, formaron un círculo con
pétalos de rosa frente a la pareja.
Mientras, los anillos fueron pasando por
cada invitado que debía pensar un deseo para los novios. Me encantó esta forma
que tuvieron de compartir con familiares y amigos y hacernos testigos directos
del amor que se profesan antes de colocarse las alianzas. Los anillos estaban
colocados en una especie de Chupa Chup
forrado en tela de saco (arpillera). Sobre ella, unas letras pintadas en blanco
rezaban “Enjoy life” (Disfruta de
la vida).
Tras consagrarse marido y mujer, los novios hicieron su
particular paseíllo entre los
invitados y lanzamos al unísono, pompas
de jabón que previamente habían sido colocadas a cada lado de los asientos.
Tras la ceremonia,
vinieron las felicitaciones, los abrazos y por qué no decirlo, alguna que otra
lagrimilla al tiempo que disfrutamos de buena música en directo y bebimos “Sekt”
(Cava) acompañado de unos riquísimos canapés.
En la caseta central,
tuvo lugar la cena. Para una mejor organización, a la entrada se encontraba una
pizarra con el Seating Plan.
Al otro lado de la
entrada, colocaron una barcaza repleta de hielos y botellas de refresco y
cerveza donde podías servirte cómodamente a tu gusto.
Durante la cena, se
proyectaron fotos de la pareja cuando eran unos niños y sus respectivos
familiares. Fue sin duda, una emotiva manera de recordar a quienes
lamentablemente ya no estaban entre nosotros.
♥ Diversión constante
Los novios, no pararon de
repetir en sus discursos de agradecimiento lo importante que había sido para
ellos nuestra asistencia. Entre los invitados se encontraban algunos que habían
viajado desde Londres, distintos puntos de España e incluso EEUU. Por ello,
colocaron en uno de los jardines, un gran baúl
de madera en el que todos los invitados debíamos grabar nuestros nombres. Me
pareció un recuerdo muy bonito que estoy segura conservarán para siempre.
Por último, no podía
faltar el clásico Photobooth. De fondo, una puerta en color rosa. Para disfrazarnos, bigotes, sombreros, gafas
y un sinfín de complementos más. Lo pasamos en grande!
¿Os
ha gustado? Pues no os podéis perder el relato de la LA BODA
Próximamente…!
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