Durante este
tiempo, os he contado mi experiencia en la organización de la boda hindú de S&V. Ya sabéis eso que dicen de no hay dos sin tres, así que en el
post de hoy, os cuento el tercer día de la boda de S&V.
¡Comenzamos! Para los hindúes, todas las ocasiones importantes de la vida deben compartirse con los dioses a través de las Puyas (oraciones).
Aquel día empezaba en la casa de la novia, donde la familia más próxima, se reunía en torno al Cullari (cura) para rezar por los futuros novios.
Una de las prácticas
más antiguas consiste en marcarse la frente con un punto rojo o bindi
como forma de bendición y símbolo de protección que se aplica en
el espacio entre las cejas, considerado el lugar donde se centra el
conocimiento.
En una
nueva localización, el Hotel Santa Catalina la familia del novio hacía
lo mismo.
Seguramente
algunos de vosotros os estéis preguntando por qué hay una esvástica nazi
dibujada con arroz encima de la mesa. Pues ya os adelanto que no tiene nada que
ver con la Alemania de Hitler. Este símbolo existe en la India desde hace más
de 5.000 años y es uno de los símbolos de la paz más sagrados de la
religión.
Después
de los tradicionales rezos en su casa, Vini se trasladaba con un nuevo
atuendo, al Hotel Santa Catalina junto a su familia para terminar allí
las oraciones en un salón frente al que se encontraba Sunil.
Tras
esto, los novios homenajearon a sus madres en señal de respeto y orgullo.
Muy pronto, el último post... la ceremonia final.
¡No os la perdáis!
Fantástica
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