Supersitición vs Ahorro: Vestidos de novia de segunda mano


La inmensa mayoría de las parejas se casan para “toda la vida” pero... y ¿nuestro vestido?... ¿también lo es? Tenemos la costumbre milenaria de conservarlo como recuerdo y gastar en él el dinero que a veces no tenemos. Seguro que muchas de nosotras, hemos soñado con el vestido que vamos a llevar el día de nuestra boda desde la más tierna infancia. <<No importa si tienes novio o no, lo que verdaderamente importa es que sabemos cómo queremos que sea nuestro vestido. El novio… el novio ya vendrá!>> 



En algunos casos, es tradición pasarlo de madres a hijas como símbolo de buena suerte o como valor sentimental. Si optas por esta opción, probablemente tendrás que llevarlo a una modista para que lo adapte a tu cuerpo y se encargará también de darle un aire de modernidad.
Pero hay quiénes piensan y sobretodo en tiempos de crisis, que es innecesario gastarse tantísimo dinero en un vestido que acabará colgado en un armario por los siglos de los siglos y deciden alquilarlo o comprarlo de segunda mano. Quizá esta última opción no sea la más adecuada para las supersticiosas, podría ser que esté en venta porque su matrimonio ha sido un estrepitoso fracaso y con el vestido, se heredará también el mal vario.
Hoy en día, podemos encontrar en internet miles de vestidos para todos los gustos y para todos los bolsillos. 

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