Boda de Charlotte & Johannes en Alemania



Conocí a Charlotte y a Johannes en Las Palmas. Ella había viajado a la isla desde Alemania para estudiar un semestre gracias a la beca Erasmus que había conseguido. Johannes por su parte, acababa de terminar la carrera y decidió embarcarse rumbo a Sudamérica. En Alemania, es muy común que al acabar los estudios, los recién licenciados se tomen un tiempo de vacaciones para viajar antes de sumergirse de lleno en la vida laboral. Pues bien, la fortuna hizo que el el barco en el que viajaba Johannes atracase unos días en el Puerto de la Luz en Las Palmas de Gran Canaria. Maravillado con las playas que tenemos en las islas (no puedo evitar sacar mi orgullo canario ) se compró una tabla de surf y surcando las olas conoció a "Lotte". Johannes nunca volvió a subirse a aquel barco. Es una pena que Charlotte no se haya fijado en los chicos guapos y morenos que tenemos en las islas (otra vez mi orgullo canario ) pero tras conocer a Johannes  comprendí  que no existe nadie en este mundo que la pueda hacer tan feliz. Me pregunto qué será lo que tienen estos alemanes que nos vuelven locas… Habéis acertado, yo también me llevé uno a casa, para más detalle, amigo de Charlotte.

Tras casi cuatro anos de relación, este pasado fin de semana, se han dado el si quiero rodeados de amigos y familiares.



La localización

Como he venido comentando en post anteriores, ver aquí la boda se celebró en una Bio Granja a las 16:00h del sábado 17 de agosto en las ciudad alemana de Bremen.

El sitio era precioso. En la caseta central y por ende la más grande, se sirvió la riquísima cena buffet de los comensales de la mano de un catering de la zona. He de decir que esto es también muy común en las bodas alemanas. ¿La razón? que cada uno pueda elegir lo que quiere y la cantidad que quiere comer en lugar de un menu "impuesto" que puede no satisfaga todos y cada uno de los paladares.


Los novios tuvieron un detalle muy curioso que me gustó mucho y que fue pensado especialmente para nosotros, sus invitados. En la mesa que nos había sido previamente asignada y sobre cada plato, se encontraba una servilleta que llevaba anudada dos tarjetitas. La primera, una foto de la pareja perteneciente al reportaje fotográfico que se habían hecho unos meses antes de la boda ver aquí  
La segunda, una etiqueta escrita a mano por la novia con una tarea cuyo fin era fomentar que nos conociéramos todos y evitar que cada mesa formara su particular "guetto". A mi me tocó, servir y repartir 10 chupitos de tequila. ¡Prueba superada!



Antes de empezar a cenar y durante las palabras de agradecimiento de los novios, nos dieron la feliz noticia de que van a ser papás Fue un momento muy emocionante. El secreto sólo lo conocían los familiares más directos y fue muy bonito haber sido testigo de los inicios de su relación y ser partícipe de su felicidad a la hora de comunicarnos un acontecimiento tan importante en sus vidas. A buen seguro el año que viene, Berlin será visita obligada para darle la bienvenida al nuevo miembro de la recién estrenada familia.


Y aquí doy por terminado el relato de esta boda de ensueño. Con bodas como esta, me casaría una y mil veces más. Pero antes, me gustaría agradecer a mi amiga desde el colegio, Teresa por crear unos monísimos llaveros de fieltro que regalamos a los novios como detalle anadido a la tarjeta de felicitación. Recurrí a ella porque es una artista del diseno y la tijera. A nadie mejor que ella podía confiarle un reagalo tan especial. ¡Gracias!


Ya sólo me queda decir...
                      „Ich wünsche euch alles liebe und gute für eine gemeinsame zukunft”.




2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Si es que mi amiga es una artista ;) El detalle de ponerle un plátano a cada uno en la mano viene porque se conocieron en Canarias. El colgante del oso que lleva ella es como mi seña de identidad... soy una fanática de Tous!

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